14 may 2021

Heráclito

Hércules arquero


- De cada cien hombres, diez ni siquiera deberían estar allí, ochenta son sólo carne de cañón, nueve son los verdaderos luchadores y somos afortunados de tenerlos, pues ellos darán batalla; ah, pero uno, uno es un guerrero; y él traerá de vuelta a los demás.

 -No hay nada permanente excepto el cambio.

- Ningún hombre puede pisar dos veces el mismo río, pues nunca es el mismo río y nunca es el mismo hombre.

-La sabiduría es hablar con la verdad y actuar en pos de ella.

-El carácter de un hombre es su destino.

-Somos más nosotros mismos cuando asumimos la seriedad con la que el niño juega.

-Si no esperas lo inesperado nunca lo encontrarás.

-Nada resiste excepto el cambio.

-Mucho aprendizaje no enseña el entendimiento.

-Hay que seguir lo que es común, pero si bien el lógos es común, la mayor parte de los hombres viven como si tuviesen una sabiduría privada.

-Los que aman la sabiduría deben investigar muchas cosas.

-No vayamos conjeturando azarosamente sobre los temas más importantes.

-En el cambio encontramos el propósito.

-Es difícil contener el deseo del corazón, ya que cualquiera que sea el precio, lo paga con pedazos del alma.

-Hacer lo mismo una y otra y otra vez no es sólo aburrimiento, es ser controlado por lo que haces en lugar de controlar lo que haces.

-De las diferencias nacen las más hermosas armonías.

-El camino hacia arriba y el camino hacia abajo, son el mismo.

-¿Qué son los hombres? Dioses mortales.


* Filósofo materialista de la Grecia antigua, uno de los fundadores de la dialéctica. Nació en el seno de una familia aristócrata, pero evitó su vida privilegiada convirtiéndose en un filósofo ermitaño autodidacta. Por su método y manera de abordar los fenómenos de la Naturaleza. Heráclito  de Éfeso es el filosofo más grande de la Antigüedad. Para Heráclito de Éfeso, en cambio, la realidad es puro cambio e incesante devenir («No te bañarás dos veces en el mismo río»). En esta antinomia clásica de la filosofía griega, que se revelaría extremadamente fructífera, se ha visto el origen tanto de la metafísica como de la dialéctica. El mundo se halla en una corriente eterna: “todo fluye, todo perpetuamente cambia”. El desarrollo se origina por la lucha de principios en contradicción. Fue famoso por su insistencia en el cambio (panta rei) y por su firme compromiso con la unidad y armonía de los contrarios. Afirmaba la identidad de ambos: del día y de la noche, del invierno y del verano, de la guerra y de la paz, de la saciedad y del hambre, del bien y del mal. Todos los cambios están sujetos a leyes estrictas. “Todo se produce gracias al conflicto y a la necesidad”. Estas leyes inherentes a la propia sustancia material son llamadas por Heráclito “el logos”.
El conflicto de los opuestos genera una armonía presente en la naturaleza y los asuntos humanos (luz y oscuridad, calor y frío, hombre y mujer...) que dan sentido y riqueza a la existencia. En una metáfora y uno de los primeros usos de una fuerza en la historia de la filosofía, Heráclito compara la unión de los opuestos con un arco o lira ensartada en forma por un equilibrio: la tensión de la cuerda.

"Hay una armonía en la flexión hacia atrás como en el caso del arco y la lira."

Hipólito de Roma, Refutatio, IX, 9, 2

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