Emoción y Memoria

 

"Lo que no se siente no se recuerda,

porque sin emoción no hay memoria". 

Siri Hustvedt

Natalia mon amour

Hay una niña en mi alma

hay una niña en mis ojos

hay un temblor que se mece

que me abre los cerrojos.

Hay puntillas de seda

entre tus manos pequeñas

hay una lumbre encendida

entre la paz de tus cejas.

Hay sonrisas de estrella

hay blancores de calma

hay vidas decididas

entre el frescor de tu alma.

Bienvenida mi niña

mi luz de ojos abiertos

mi sobrina de la vida

compañera de reflejos.

Por cada suspiro, un beso

por cada pie, un recibo

por cada niño dormido

un día nuevo

re na ci do.

Bienvenida Natalia

nube sedosa de junio

labios rojos de azucenas

y una boquita de añojo

que sonríe hospitalaria

en mitad del plenilunio

a quienes le miran los ojos.

Niño mirando la luna

 

"La luna vino a la fragua

con su polisón de nardos.

El niño la mira, mira.

El niño la está mirando."

F. García Lorca

Soneto 22

Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,

sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angola,

a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era.

De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.



P. Neruda

Infancia

“Su silencio es el mío.
Sus ojos, los míos.
Es como si me conociera desde mucho tiempo,
como si supiera todo sobre mí infancia,
velaba por mí,
adivinándome desde lo más cerca…"

Marc Chagall

Clama el silencio tu nombre

 

Clama el silencio tu nombre
la lluvia salta en la esquina
y de poquito a poquitos
se nos agranda la vida.

Salta el chicharro la rana
la luna mira el arroyo
y entre mordiscos de viento
besas el punto de apoyo.

Puntillas de hierro y cal
Abrazos callados de hombre
Entre rimas de conversos
Clama el silencio tu nombre.

Y de los rostros, las manos
cubiertos de uñas y sal
las memorias de las almas
no se pueden despojar.

Ve mas allá del monte
del hombre, del horizonte
pues entremedias balcones
ojos de persianas caídas
ves las miradas saltantes
de las ventanas dormidas.

De tu memoria, su rostro
de su rostro, son las manos
y de los sueños gitanos
clama el silencio tu nombre.

Si quieres clamar mi nombre
Oh! Cronos celestial
deja en la puerta tu alma
si te quieres reinventar.

Pues las almas son sardinas
de la Divina Comedia
en un mar que vespertinas
se levantan las tragedias.