12 may 2021

Friendship

 

*FailunFailunMefailun, the work of Turkish artist Failun cannot go unnoticed.
He digitally creates powerful and provocative images with art and films.


Lo bello de la amistad es que aunque hace tiempo que no os veáis, si hay una sólida estructura interna se producen sinergias activas, cada uno hace su vida y de manera positiva trabajan duro en su hogar terminando asuntos pendientes, necesitábamos todos respirar aires conocidos, quitar la presión del día a día más después de un año tan duro, y aún más si cabe finalizado el confinamiento, tantas tensiones en los hogares de cada uno (trabajo, pareja, familia, hijos o fallecidos propios o ajenos), cada uno con sus cosas imagino, donde todas las situaciones después de tanta presión, en cada casa tenían opiniones y energías diferentes, donde las presiones han sido muy fuertes y cuya única solución común era intentar hacer un esfuerzo para llegar a los términos medios, a la negociación, la diplomacia, hacer concesiones para ponerse de acuerdo y no identificarse de manera de excesiva con los puntos de vista individuales, ha sido la tónica común de las resoluciones que se han producido este durísimo año de pandemia mundial, o a ésa conclusión llegamos, a veces es difícil cambiar los puntos de vista, pelear con el ego y éste año, hasta a los más cabezotas y orgullosos, nos ha tocado escuchar, ceder al menos una parte, y cambiar actitudes fuertemente enraizadas, creo que los que pocos que estábamos ahí de cerveceo pensábamos lo mismo.

Llegamos a la conclusión que ha habido un inevitable cambio exterior que nos ha obligado a cambiar interiormente, y sólo quedaron dos actitudes, los que se esforzaron por mantenerse fijos en el pasado, sin cambiar, y los que nos esforzamos en intentar adaptarnos a experiencias que jamás antes habríamos admitido, pero que ahora son situaciones nuevas con nuevos ojos ante un nuevo mundo en evolución impredecible. Así que nos echamos unas risas sobre cómo nos veíamos unos a otros y cómo habíamos cambiado, porque a veces era muy obvio: cambios en la vestimenta, en la figura, pedir cosas que antes no gustaban, cambios de actitud, realmente fue muy  tierno y sanador el ambiente.

Quedar con amigos que no veías (llevando estrictamente todos los protocolos de seguridad por supuesto) fue un alivio común y necesario para el alma, pinchar las burbujas de cada uno de sus propias preocupaciones de manera suave, espontánea, alegre, divertida, donde hace tanto tiempo que no salíamos ni bebíamos que con tres pintas de cerveza ya íbamos con la risa floja, contagiosa, de ésas risas tontas que te ríes de lo absurdas que son, hace efecto dominó y al final tienes agujetas en el estómago, de las tontás que acabábamos de decir, todo el mundo se sintió bien, por la simple alegría de estar en compañía con gente que hace tiempo no veíamos, pensamientos internos positivos. Ayer la gente necesitaba conectar con los suyos y consigo mismos. Ayer vi sonreír a amigos que hace tiempo que no sonreían, y fue muy lindo vernos disfrutar así, de cosas tan sencillas, pero con esperanza en el futuro, nuestras propias promesas y sueños por cumplir.

En éstas calles no se oían las fiestas de las hordas de borrachos del sábado haciendo bestialidades en masa; ni corría la gente desesperada por conocer ambientes nuevos y personas nuevas, que es increíble como ha cambiado la cosa, personas que antes no salían nunca, ahora saludan y todo, deben haber pasado un año horrible consigo mismos.

Ayer era un día suave, las calles sonaban a murmullo alegre, a picos de risas brillantes y cantarines, no había demasiada gente, el azahar de los naranjos y limoneros se desprendían en el aire, y las gentes caminaban sonriendo tras el fin oficial del confinamiento de hace tres días. La luz tarda cada día más en irse y la noche iba asomando mansamente sin prisas.

Ayer era una tarde noche suave, y se echaba de menos a los que no podían compartir con nosotros, familiares o amigos fallecidos, amigos, parejas, familia que viven lejos y hace muchísimo que no se ven, sobrinos que nunca se han visto todavía, gente que aún queda por conocer; por eso los pocos que éramos disfrutamos en la cálida compañía unos de otros, que hace tanto tiempo que no nos veíamos.

Ayer fue una tarde suave, divertida, de sueños suaves, pensamientos positivos, brindis amenos y ganas de sonreír con los ojos. Ayer, los pocos que estábamos, a todos los que no estuvieron, los echamos de menos. Chin chin! Por los que estuvieron, los que están y los que estarán en nuestras maravillosas y felices vidas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario