25 abr 2021

Mundo felino (2a parte)



LA FURIA DE SEKHMET

"Los demás dioses se presentaron ante Re para aconsejarle, hasta que le llegó el turno a Nun, el océano primordial, del que todo había surgido. Nun le dijo a Re: "Hijo mío, eres un gran rey. Mantén tu trono y recuerda el miedo de la gente cuando el Ojo de Sekhmet, tu Ojo, está sobre ellos. Deja libre a tu Ojo y ella golpeará a los rebeldes por ti. Suelta a Hathor y los malvados intrigantes serán destruidos".

Re fue al templo de Sekhmet, habló con ella e hizo lo que Nun aconsejó: soltó sobre la humanidad a Hathor transformada en Sekhmet, la leona de la furia devastadora, que arrasa a los enemigos junto con el calor destructor del Sol de Re: "El desierto se tiñó de rojo con la sangre mientras el Ojo perseguía a los traidores y los mataba, uno por uno. No se detuvo hasta que las arenas estuvieron cubiertas de cuerpos. Entonces, temporalmente saciada, regresó triunfante junto a él para jactarse de sus logros".

En un principio Re se mostró satisfecho, pero al poco tiempo empezó a temer las repercusiones del inmenso y destructor poder que había liberado. El dios decidió que ya había habido suficientes muertes y quiso perdonar al resto de la humanidad. Tal vez le asaltó la compasión o quizá temió que al final no quedase nadie que pudiese llevar a cabo las ofrendas diarias que necesitaba. Sea como fuere, Re ordenó a Sekhmet suspender la matanza sin éxito. Su Ojo "había probado la carne humana y le había gustado. Estaba decidida a matar de nuevo".


LA DIOSA DEL PLACER MUNDANO

Re no sabía cómo detener a Sekhmet. Hasta que se le ocurrió un astuto plan.

Hathor-Sekhmet era una diosa a la cual las fiestas en su hogar y la bebida proporcionaba un enorme placer. De hecho, era la diosa de la embriaguez (como Dionisos/Baco a posteriori, considerados como dioses olímpicos del vino y la fertilidad) la que preside un ritual llamado la "Fiesta de la bebida", que se celebraba en el Egipto grecorromano e incluía baile, música y un consumo exagerado de alcohol. Así, Re pensó ofrecer a esta desatada diosa la oferta de una bebida que fuera incapaz de rechazar: cerveza, la bebida de Egipto por excelencia.

Hizo traer un pigmento rojo del desierto que fue molido en Menfis hasta convertirlo en un fino polvo. "El pigmento rojo fue mezclado entonces con cebada y se elaboraron 7.000 jarras de cerveza de color de sangre. Re y los otros dioses inspeccionaron la cerveza de color de sangre y estuvieron contentos".

Sekhmet decidió seguir con la matanza y acabar con el resto de la humanidad, a pesar de los ruegos de Re. Su furia sobre el desagradecimiento estaba desatada y la protección a los suyos era primordial.

Se dirigió al desierto a completar su misión. Pero Re había hecho vaciar allí las siete mil jarras de cerveza, que lo cubrieron todo con un espumoso líquido rojo.

Sekhmet pensó que era sangre y se lanzó a beberlo sin mesura. "Inclinándose vio su bello rostro reflejado en el líquido y quedó sorprendida y en trance. Olvidándose de la humanidad, el Ojo de Re bebió la cerveza, quedó confusa y regresó, borracha y satisfecha. Re le dio la bienvenida en paz".


RE ASCIENDE A LOS CIELOS

Re había logrado salvar a la humanidad, a pesar de su traición. Pero el viejo dios "encontró imposible perdonar a la gente; ya no quería gobernar la Tierra", estaba cansado. De este modo, el dios solar se subió sobre el lomo de Nut, la diosa del cielo, transformada en la vaca celeste Mehet-Weret, y ascendió al firmamento.

Egipto empezó entonces a oscurecerse y los humanos, asustados, pidieron a Re que se quedase, pero el dios Sol no les escuchó. Desde ese día empezó su periplo diario por el cielo durante toda la eternidad. Viajará a través del cuerpo de Nut, que se lo tragará cada noche para darlo a luz al día siguiente. Y nombrará al dios lunar Thot su sustituto nocturno.

Pero la Tierra iba a seguir necesitando un líder que la gobernase, así que Re nombró a un delegado a su altura: Osiris rey de Egipto, y le encargó ocuparse de las ofrendas diarias que le correspondían.

De este modo se estableció que Osiris fuera la única persona que pudiese actuar como intermediario entre los hombres y los dioses, así como el único capaz de salvaguardar la Maat, el orden universal y la justicia. Los hombres se conformaron, y vieron en Osiris, su primer rey, a un dios civilizador que trajo prosperidad a Egipto.

También aprendieron que era mejor no hacer enfadar a la diosa Hathor-Sekhmet la protectora del dios sol Re. Aprendieron a aplacar su ira con rituales, fiestas y alegría, cada vez ante una estatua diferente. Tal vez por ese motivo se han conservado tantas estatuas de esta poderosa divinidad dual, una diosa capaz de traer la destrucción, pero también de su bondad maternal, su protección y la capacidad milagrosamente sanadora de curar a los enfermos, aún cuando estuvieran a punto de quebrar en sus días más oscuros."





2 comentarios :

  1. Reconozco que la mitología es uno de mis puntos débiles.
    Toda en general.

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    1. Jajajajaja me alegra
      El mío también
      Es un refrito de la tradición y patrimonio oral de la Humanidad, contada como un cuento con sus verdades que encierran mentiras y sus mentiras que encierran cierta parte verdad, y en el fondo es un resumen de la verdadera historia de la Humanidad, con sus virtudes y sus defectos.

      😊😚

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