21 abr 2021

La Rosa de los vientos

 


Ningún mar en calma hizo experto a un marinero.

Cuándo eres el único superviviente de varias tormentas mortales, en varias vidas en una, por eso la gata flora, todas sus vidas de gato son ella, y cada una de ellas ninguna sola.

Única testigo de mundos que ya no existen, almas que ya no habitan, que yacen en mí, de alguna manera.
Biblioteca viva de emociones, destellos y corazones que ya no existen, cuyas carcasas vacías, conchas de mar, espumas de los días, ya no están, arribando a mis playas, dejándome botellas de mensajes al mar.
A donde llegan a parar todas las olas

No me dan pena las partidas de los mercantes, pero pienso
Que el tiempo es corto y me quedan menos vidas, qué pasará con mi bodega de mar, millones de cristales rotos, cuando mis ojos partidos, balcones de los cuerpos poseídos, ya no estén para conocer y guardar su contenido?

Como Hypathia añeja, que siendo niña ya nació vieja, debería dejar algún legado. Hay muchos tipos de amor, que en realidad son variaciones, combinaciones y permutaciones de la misma energía convertida en madre, amiga, hermana, esposa o poesía.
Algún querubín alienado, de dientes mellados, un espíritu sagrado, vacío de si, un patatal asombrado, dónde fertilizar de las mejores especies de recuerdos, lo abonado.
Locos o locas alienados, dónde dejar semillas plantadas, quizá alguna llegue a germinar.

De entre millones de tortuguitas asombradas lanzadas al mar, alguna, como yo, las sobrevivirá a todas.

Éso es lo que haré.

Plantaré semillas.

Baobabs de amaneceres.


Lejos de mi origen volcánico, dónde ésta rosa eterna, sigue viendo atardeceres, deshollinando diariamente su pequeño planeta, en la que un día habitó un pequeño Príncipe, que ahora probablemente será cometa.
A cada barco que llega a mi isla, al principio, tocó zorro o espina, pasadas miles de bobinas, borré de las huellas del cielo la pista, imanté las brújulas de las listas, para que dieran destino equivocado: "hic sunt dragones" dicen los mapas. Creé un dragón que voló lejos.

Algún día será el dueño de la Isla.

Pero además de corazón de león, ésta Biblioteca necesita otra Alma Habitada.

Otro bibliotecario de sueños, que escucha lamentos imposibles y plegarias vestales de añejos materiales.

Habrá que empezar a pensar en salir de la urna de Cristal, de la próxima pajarada que pase, y viajar con ellos, a ver aquéllos y quizá otros planetas.
"No la toques ya más, que así es la rosa" decía Juan Ramón, y será cierto.

Lo que habrá que ver, es cómo se podrá mover una rosa sin pies, para sembrar semillas en aquéllos planetillas.

2 comentarios :

  1. Semillitas de marihuana, verdad?
    Así los planetillas los tendrás cerca, jajjaja

    ResponderEliminar
  2. Jajajajajaja
    O los "verás" cerca, incluso dobles 😂

    😍😘😘😘

    ResponderEliminar