Cuando Tereixa descubrió las tres heridas profundas que
estaban a punto de abrirse, recordó aquella mañana que su mamá la llevó a la
escuela militar del abuelo, y lo mal que le caían las banderas, colores que
nunca tuvieron que ver con ninguna realidad, ni con cara alguna, ni con los
problemas que realmente preocupaban a las gentes.
Tereixa tenia una telaraña concreta y un recuerdo feroz que
le salía raudo como una rabia del vientre, una vieja presencia conocida la paró en seco, olía, físicamente, la calma antes de la tormenta, supo
que en segundos todo iba a arder, toda la realidad que había conocido iba a
desaparecer, no podía hacer nada, así que salió corriendo en dirección
contraria, hacia su pensión por atrás del callejón y cogió las tres valijas
que poseía, poniendo rumbo al puerto junto a su chalupa en el mar
La gente no es tonta
pero es imprudente
De repente
esa gente
estaba a punto de estallar
... y correr
... y correr
Correr...
ResponderEliminarEsa es la historia en bucle.
Tal cual
ResponderEliminarLa Historia
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