21 mar 2022

Plutarco

 “La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender”.

Plutarco

3 comentarios :

  1. Qué hermoso sería el mundo si aplicáramos la máxima de Plutarco.

    Un beso

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  2. Así es.
    A veces una está cansada de gente interesada.
    Entonces es el momento reforzarse espiritualmente para poder avanzar.
    En esos casos es mejor defenderse inteligentemente y es el momento de reflexionar, secar la mecha, y esperar el momento adecuado para encenderla con las personas adecuadas que hagan que la luz brille más, a su máximo exponencial.

    A veces, para florecer, para prender esa mecha, tienes que fortalecerte, y creer, hacer una demostración de por todo lo que has estado pasando, proceso de cambios, donde tienes que hacerte respetar, poner límites a secretos, dudas, con personas a las que les has dado muchísimos planes.
    Para transformar esas situaciones, y ahora, ser feliz.
    Después de estar estancada por personas que te han decepcionado, lo mejor es volver a recuperar por pasión, y cortar a esos sufrimientos, con personas deshonestas, desleales, que te llenaron de ilusiones, para aprovecharse de tus talentos. Que te han estado ocultando cosas por interés.
    Eso no hay equilibrio, por eso hay que cambiar, cortar malas energías, para lograr muchísimos deseos que tienes pendientes de cumplir.
    Ahí te das cuenta que no se pueden olvidar conexiones naturales con gente que también tienen talentos naturales.

    Ppor eso no hay que vaciar el agua, no es un cúmulo de cosas que obtener, hay que encender una mecha. La mecha. Para devolver la luz, a la vida.
    Sssssmuack!

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  3. A la gente genuina, auténtica, real, siempre se la hecha de menos, dejan huella donde pasan.

    Hay personas que son como mi abuelo Antonio, de Málaga, del barrio de la trinidad, pasen por donde pasen, dejan un recuerdo imborrable, la primera vez que lo descubrí fue 20 años despues de su muerte: aún la gente le lloraba.

    No le son a nadie indiferente.

    Hay gente así, que te dejan en la sangre, una huella incandescente. Para dejar esa huella, tienes que ser REAL, y esa realidad sale de dentro a afuera.

    Los echo de menos: abiertos, apasionados, juerguistas, introvertidos, rebeldes, caballerosos, creativos, sensibles, valientes, extrovertidos y amorosos.

    Esas son las huellas que hacen surcos en los caminos.

    Algunos están muertos, otros están vivos.




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