13 nov 2021

La lápida rosa

La tumba rosa
de muertes ojeadas
sonrosadas habichuelas
de patas aladas
y mariposas

Espectros de bellas piojosas
de almendros de hedores
cadáveres de náuseas rosas
y de clamores
Pompones de sangres
hermosas calaveras
de piruetas humeantes

Llantas de vinagre
carreteras piadosas
dragones azules
en piedras picantes
y llamas humeantes
asfaltos de almas
llameantes

Pingüinos danzantes
de muertes rosas
gaseosas de azúcar
en tumbas rosas
de rosadas paredes
almibarados placeres
de rosáceos cadáveres
quehaceres de ahogados
comas diabéticos
por exceso de losas
reformados


Si entre las flores rosas
la novia cadáver
extrae su sangre negra
de entre las espinas
bébela con sed
tinta dulce de calamar
no esperes más rutinas
pues muere quien yace
sin el mar
contemplando calmado al oso
ocioso entre sus propias esquinas
pensativas perspectivas

Sal de las nubes rosas
a los diamantes sin red
de sus rayos de amaneceres
sal a los eternos placeres
de los cueros y las organzas
de los que negros y rosas
fundidos sonrosados
No caducan
a los eternos pareceres
de las miradas hermosas
inconstantes mezclas
replicantes bestias
de Basiles pintores
Dorians detractores
y cuadros de pinceles
embaucadores

Mágicos aranceles
de vidas eternas
almas cautivas
liberadas tras las paredes

y de entre los vergeles
de las verdades
y de entre sus hermosas crueldades
sangres negras
de corazones valientes
salen dentelladas de sangres
forjadas tras aguas frías
y velas calientes
aún convalecientes

Caballos libres
eternos rebeldes
entre los rastrojos
manchando de rojos
los dorados carmines
devorados festines
de espinas clavadas
corazones de alondras
coloreadas
de limpios
pinceles
y balaustradas
de pareceres

Orgullosas rosas blancas 
y de los rojos claveles
mutaciones rosas
de tules, calaveras y esperanzas

Y entre las cuatro paredes
encerrados amantes de dagas
verdades clavadas
hermosos cadáveres
abrazados en la tumba
más acogedora del jardín
musgo de lengua, hiedra y piedra
contemplando las auroras
agujero de mármol
cerradura de puerta
oxidadas alacenas
espacios decolorados
corazones de árboles
enraizados.

Conquistadores
de un mundo extraño
Acogidos a otra perspectiva
otro tamaño
aminorando el daño
del ruido de antaño
de la Obra Colectiva
humana letanía
de lápidas rosas
y su osadía
de existir
de entre las cosas.



2 comentarios :

  1. No huyo de la muerte, ni me allanan conjuros el camino. Quiero enfrentarme a ella cara a cara y no necesito flores en mi lecho.

    Un beso.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues la vida es un relámpago entre dos oscuridades

      ;)


      Ssssmuack!

      Eliminar