12 oct 2021

Dios

Dios es un niño malo sentado junto a un árbol con una lupa y yo soy una simple hormiga elegida al azar. Podría solucionarme la vida en cinco minutos, pero prefiere quemarme las antenas y observar cómo me retuerzo en una vida llena de sol y falta de penumbras.

 

Y aún así

viva

circunstante

reelegida

sigo con mis antenas al sol

expentante, endurecida, enternecida

de que tanta atención reciba

de quien se aburre en la deriva

y aún así, ente enardecido y glorioso

tenga tanto que aprender de mí: la hormiga. 

2 comentarios :

  1. No tengo dios, mi naturaleza es iconoclasta. Soy la única responsable de mis actos.

    Un beso.

    ResponderEliminar