Hoy tenemos una anécdota fresquita, para los que se quejan de la crisis (que en éstos lares nos las hemos visto peores) de:
Enrique Granados
o un hombre de Lérida.
El compositor ,en los principios de su carrera, pasó muchos apuros económicos.
Después de varios días de no verlo, su amigo Rubén Darío le preguntó si había estado enfermo
"- Yo no - respondió- pero sí mis zapatos, y como son tan viejecitos decidí hacerles compañía."
Así que mientras podáis salir a la calle sin agujeros en los zapatos, ya no tendréis que hacerles compañía por su delicado estado de salud.
Granados cuyo hito culminante fue la suite para piano "Goyescas", se relacionó con Albéniz y su íntimo amigo Camille Saint Saens ("El carnaval de los animales", obra que desarrollé en títeres para la Cía. de teatro "El Arcón Mágico" donde trabajé gratuitamente desde la tierna edad de 7 años durante 10 años, a cambio de unas tortitas de harina, agua y sal cuando salíamos de gira, elaboradas en un hornillo portátil. Mi profesor de literatura D. Luis Cañizal, del Instituto San Isidro, sito en la calle Toledo, donde cursé mis estudio bachilleres, me regaló un libro, dijo que yo lo reconocería familiar por conocido:
"Viaje a ninguna parte" de D. Fernando Fernán Gómez, creo que fue la primera vez que alguien me regaló algo, tendría 13 años, casi 14 y entonces entre gira y gira cada tres meses, tenía tiempo de leer).
Durante una travesía en barco de Londres a Barcelona, su barco fue torpedeado por un submarino alemán (como lo de José Couso, pero en versión alemana, lo que demuestra que países abusones y cabrones, cuyas ínfulas de poder matan a inocentes, hubo y habrá siempre), Enrique consiguió ponerse a salvo en un bote, hasta que reparó que su esposa Amparo luchaba por su vida a escasos metros del bote, intentó salvarla y fallecieron ambos ahogados.
Lo curioso es que este hombre siempre tuvo miedo a los barcos, y murió en su primer y último viaje, eso si, por amor.
Ups! creo que os he estropeado el día, juro que no era mi intención.
Bueno espero recompensaros con una historia alegre la próxima ocasión, pero reconozcámoslo, la vida es así de perra a veces, mientras estemos vivos para vengarnos de ella siendo felices a pesar de todo
jaja
¡Al alirón!
que nos quiten lo bailado.
Conmigo va a ser difícil,
vida ingrata y cabrona,
no me pienso dejar vencer tan fácilmente.
No sé como la gente quiere suicidarse,
con lo difícil que es mantenernos vivos,
por lo menos, en una vida que merezca la pena ser vivida.
Cada vez conozco más zombies, o muertos vivientes
(pues existen más esclavos voluntarios que forzosos).
Como decía mi abuela Dña. Concha, la Conchi,
que el día 6 de este mes hizo dos años de su muerte:
¡Vive la vida de manera que tengas algo que contarle a tus nietos,
si es que te mantienes viva para tenerlos y voz o memoria para poder hacerlo!
Tiempos difíciles aquellos,
tiempos,
que nos pueden enseñar muchas cosas.
Me voy a inyectar tu post.
ResponderEliminarYo creo que funcionará.
Un beso.
Si afilas los cuernos torito
ResponderEliminar(Cuerno de la abundancia=
bienestar.
Cuernos de la luna=
Valoración y respeto extremos)
seguro que verás las cosas
desde tu propia luz óptica y
microscópicamente Universal.
Quizá en el mundo taurino
muerte sea el resultado de un combate
(uno de los sinónimos de lidia) ...
entre la muerte y la vida
entre la razón y el sentimiento
entre el hombre libre,
en su estado más animal,
contra sí mismo, el hombre prisionero,
en su estado más racional.
La diferencia está en el riesgo
y en la calidad del toro
(la fuerza animal que nos empuja)
y del torero (el que intenta vencerlo)...
Digo yo-
Y al que no le guste
que no mire,
a mi Plim,
yo voy
con D. Perlimplím
y Belinda en su jardín
a tomarme un café-
¿Dónde?-
en el cafetín.
Cómo la inteligencia se ve sublimada con el comentario de Granados.
ResponderEliminarSiempre he encontrado en ese ingenio que yo asocio a un casticismo de la más fina inteligencia con la creatividad jugando a ser.
Inuits
Eres genial amiga Almantina, me encantó tu post...¡genial!, con que ironia elegante... trasmites (al que aún no se haya dado cuenta) de lo que se avecina, y a los que si que nos hemos dado cuenta... pues nos trasmites hasta fuerza, fijate lo que te digo, fuerza para con esta vida cabrona jajaja, yo desde luego tampoco me pienso rendir nunca, y hay que mimar esa memoria y esa voz, para como bien dices, relatar la vida y VIVIRLA, aunque a veces sea dificil.
ResponderEliminarUn abrazo amiga, te felicito por este post precioso.
No habrá una generación tan dura de pelar como la de nuestros abuelos.
ResponderEliminarY en cuanto a la historia, yo creo que tiene final feliz. Lo triste es que no hubiese puesto en riesgo su vida.
Un abrazo.
pues aparte de de la gata flora y mi perrita maritini, ya cuentas con otro fan, me tome el tiempo ( que estoy en la lavanderia y es el momento indicado para hacer lo que no se hace normalmente, ya que no hay nada que distraiga a no ser el olor a curry de ciertas personas , cuando no a PACUSO )de leer post anteriores, me parece genial la forma que escribes, sera porque me gusta la irania y porque es tan real como la vida de pantoja.
ResponderEliminaren fin, ua te puse en mi rss feeder ( pero que modenno que soy ) asi me mantengo al tanto de tu blog.
Saludos desde este lado del mundo