Que vuele la arena. Y el sombrero. Este tipo se enjuaga la boca como yo, con la mejor ginebra del mundo. Eso son aullidos en mitad del bosque. Y punto.
La red de sorber y gastar hasta la última gota de vida. La inquietud del curioso impenitente La épica de la verdad burlesca cabaretiana caricatura de la vida la melancolía del puñado de amigos expandiendo poesía a bocados la elgente balad del jazz el mestizaje de los buenos cóckteles aromas rasposos de lenguas viejas de lijas emociones descritas en papel de estraza experimentar complejidades jugando con la inconsciente verdad de los niños garndes de la noche gatuna impregnante surrelista Cuya madre curiosamente se llamaba Alma
Waits es el zorro viejo, que no anciano, que no necesitó el paso del tiempo para envejecer, ya nació viejo, esos ojillos pequeños y expresivos , que atraviesan lo material escudriñando cualquier rincon de lo imperceptible... esa sabiduria para incendiar lo establecido y que le sea perdonado, por hacerlo con suma clase... que envidia me das jodio.
San Sebastián y Barcelona, eso creo
ResponderEliminarTom Waits siempre tuvo una llave, se mueve de un lado a otro como prestidigitador... y no usa trucos
haga lo que haga, nunca comete fallos... se desliza como si debajo siempre hubiera red que le protegiera de descalabros
un beso
Que vuele la arena. Y el sombrero. Este tipo se enjuaga la boca como yo, con la mejor ginebra del mundo. Eso son aullidos en mitad del bosque. Y punto.
ResponderEliminarLa red
ResponderEliminarde sorber y gastar hasta la última gota de vida.
La inquietud
del curioso impenitente
La épica
de la verdad burlesca
cabaretiana
caricatura de la vida
la melancolía
del puñado de amigos
expandiendo poesía a bocados
la elgente balad del jazz
el mestizaje de los buenos cóckteles
aromas rasposos
de lenguas viejas de lijas
emociones descritas
en papel de estraza
experimentar
complejidades
jugando con la inconsciente
verdad de los niños
garndes de la noche gatuna
impregnante
surrelista
Cuya madre
curiosamente
se llamaba Alma
Waits es el zorro viejo, que no anciano, que no necesitó el paso del tiempo para envejecer, ya nació viejo, esos ojillos pequeños y expresivos , que atraviesan lo material escudriñando cualquier rincon de lo imperceptible... esa sabiduria para incendiar lo establecido y que le sea perdonado, por hacerlo con suma clase... que envidia me das jodio.
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