"¿Acaso existía un anhelo humano más triste ó más intenso que desear una segunda oportunidad en algo?"
Haruki Murakami
Ese desastre dorado con patas, odioso, impertinente, cambiante e imperfecto, sin embargo estaba hecho a medida de mis errores.
Éramos lo que más odiábamos de los otros, y sin embargo, como dos caras del espejo, fascinados, sólo podíamos avanzar, atravesándonos, entendiendo el mundo opuesto con los ojos del otro.
Limitados por nuestras presiones, dos mundos duros sin condiciones.
Una vez atravesado el espejo, cristal de direcciones contrarias, espacio tiempo, agujero de gusano galáctico, dura tormenta de almas, lavados, transformados, agotados, seguimos avanzando al otro lado, debilitados, silenciosos. Y sin embargo...
Apuesto por una segunda oportunidad, a veces, la primera es difícil entenderla y necesitamos matices que pongan color y movimiento a la torpeza de las parálisis.
ResponderEliminarUn beso.
A veces el caos, es una ola que nos engulle y de la que salimos sin entender qué ha pasado.
EliminarHasta que no nos quemamos por el fuego, incinerados, hasta que nos desollamos con la arena arrastrados por la ola, hasta que no nos quitamos las carcasas, cicatrizamos y mudamos a un nueva piel, una nueva transformación, no veremos la luz.
Muchas veces, magullados, sin carcasas, descubrimos que sin embargo en el oleaje, dejamos lo banal, lo habitual, lo superficial y aprendimos que quizá nuestro elemento natural era otro, tras pasar por el fuego, mar, tierra, metal, piedra o aire; sin embargo sacudidos, encontramos la luz tras la tormenta.
La parálisis termina, y la sangre vuelve a circular, como una flecha certera.
Nuestra identidad natural sale a flote, dejando la vida que conocíamos atrás.
La opción de una identidad digna, levantados sobre la tierra, sin mentiras, sin vergüenzas, una odidea que pasamos solos, para escapar de lo que nos atrapaba.
Nuestro nuevo sello, es más sabio, más fuerte.
Quizá nuestra segunda oportunidad, se la debemos, primero a nosotros mismos.
Una deuda pendiente con la honestidad.
Eres sabia, hermana.
;)
Sssssmuack!
Adoro a Murakami, leí prácticamente toda su obra y no decepciona, es tan suyo que eso lo convierte en universal.
ResponderEliminarLo ultralocal es ultrauniversal, decía Dalí.
ResponderEliminarPus en la difrencia, quizá, está la esencia, de lo fundamental.
Ssssmuack!