Mi isla explota
Durante este tiempo la mayoría de las personas debemos manejar sentimientos de duda, de desaliento y de falta de adecuación.
También podemos vernos confrontados de manera desagradable a las consecuencias de acciones pasadas que desearíamos que desaparezcan espontáneamente, por una mala comunicación y desconfianza que nos atrajo a un innecesario dolor, y volver a empezar de nuevo, como página en blanco, olvidando los resentimientos y sopesando qué debemos cambiar de nosotros mismos para mejorar ésos procesos.
El desafío será enfrentarlas sin caer en sentimientos de desesperanza. Ahora es momento de cuestionarse si estamos haciendo lo que debemos con la vida.
La tentación es decidir que no y rendirse
Otras personas pueden intentar convencernos de que seguimos un curso equivocado y darnos un tipo de consejo desmoralizante o interesado. Por supuesto, puede que sea verdad en alguna área en la que sí deberíamos cambiar de rumbo. Sin embargo, deberíamos evitar la tendencia a rendirnos.
Evalúa lo que haces en nuestros propios términos y no en los ajenos y decidamos si estamos actuando adecuadamente.
A veces la mayor rebeldía consiste en ser leales a nuestra conciencia, intuición y corazón.
Despojados violentamente de todo lo material sabemos que sólo nos tenemos a nosotros. He ahí la revolución más personal e íntima fruto de unas circunstancias adversas. Pocas cosas puede haber más duras que encontrarse al pairo después de haber trabajado toda la vida.
ResponderEliminarUn beso.