de la útlima salmuera
nos reconocimos todos
entre ráfagas marineras
Llegó
huía o moría
ya entonces
ya entonces
Dolor adolescente
de jóvenes valientes
A buenhora llegan
capitanes de mi hornada
capitanes de mi hornada
metrallas de cascos
y balaustradas
Parado de mí y ante mi sorpresa
salgo reganada no perdido viraje
y los viejos trucos
de los almendrucos
ganándonos la vida a cara o cruz
de los almendrucos
ganándonos la vida a cara o cruz
moneda del diablo mediante
trasegada en la taberna
junto a mi casa del Tío Vinagre
Mi capitàn mi hermano de sangre
mi hawaiano volvió de su Isla
El Filibustero y yo
los mayores carroñeros
las partidas de cartas
las necesarias alianzas
Cómplices bucaneros
madrileños adoptados
de callejones fiesteros
La pelirroja corresponsal en Bruselas
el viejo pirata capitán de fragata y limusina
y Leroy el condenas esquivó las cadenas
Reunión de viejos piratas
de todas partes del mundo
en el corazón de mi vieja casa
Vuelta a ver, éramos los niños huídos
de las callejuelas, los asustaviejas
los ancianos nos reconocieron
devolvimos la vida
los cinco más latientes
de todas las viejas
acometidas.
junto a mi casa del Tío Vinagre
Mi capitàn mi hermano de sangre
mi hawaiano volvió de su Isla
El Filibustero y yo
los mayores carroñeros
las partidas de cartas
las necesarias alianzas
Cómplices bucaneros
madrileños adoptados
de callejones fiesteros
La pelirroja corresponsal en Bruselas
el viejo pirata capitán de fragata y limusina
y Leroy el condenas esquivó las cadenas
Reunión de viejos piratas
de todas partes del mundo
en el corazón de mi vieja casa
Vuelta a ver, éramos los niños huídos
de las callejuelas, los asustaviejas
los ancianos nos reconocieron
devolvimos la vida
los cinco más latientes
de todas las viejas
acometidas.
Ese hawaiano Fiibustero
ResponderEliminarahora me llama todos los dìas
no me dice mucho
me ve
y se sigue soprediendo cada vez
el viejo capitán
el único huracan que me hacá sombra
Viejo compañero de antiguos laberintos
Ahora ve su vida sorprendido
como si todo fuera un sueño
desvanecido, ahora nada le es importante
Sino la guardia real
que conseguimo
los viejos niños de la capital
los maestros de arbotantes
ladrones por diversión
los viejos robin Hood de la pasión
una vez me regaló un salón robado
de un cine en obras mediosecuestrado
Todos se acordaban de mí
y yo de ninguno dellos
Hasta que aparacieron las viejas botas
yo la Comandante y él el Filibustero
yo la dama de la torre pirata de noche
y él vagabundo de día, poeta fantoche
Nunca olvidaré el día que casi nos pillan
me salvaron en el último momento
Mi viejo Barbazul siempre dió miedo
él fue mi caballero, mi compadre
y mi silencioso tormento
y así de repente
me encontré mi otra mano
cuando me regresaba
para volver
llegó de otra ciudad
justo a tiempo como siempre
para verme marchar
fue raro no ver a a guien treinta años
y luego de un dìa sentir que pierdes el brazo
ni es posible ni fácil, y casi ni hablamos
Es raro, no saber que toda la vida buscaste
algo que ni siquiera sabias habias tenido
hasta que lo reencontraste
y nos sentimos al volvernos a perder
sin saber, otra vez perdidos
pero esta vez conscientemente
compartidos
Ahora sabemos
que siempre estuvimos ahí
sin saberlo, ni sabido
Hasta que fue
inexplicablemente reconocido
Toda la vida buscando un capitán
en aquél otro niño exótico como yo
mezclas de nativos, de diferentes mundos
tan opuestamente diferentes
como espejos reconocidos.
A veces nos miramos en as lamdas
de nuestras vidas ordinarias
y no decimos nada
y lo comprendemos todo
de un vistazo
formamos nuestros herrajes
en las mismas hornadas
de fuego y hierro
forjadas con los mejores fierros
de los reciclajes
Así estamos tañidos
en las mismas ondas
con los mismos cordones
que robábamos a los impostores
inocentes niños ladrones.
Tañen tañen tañen las espadas
y suenan igual clink clank
en las distintas explanadas del mundo
Viejas falcatas de láminas internas
de hierro, lamina, forja y bruñidos
compuestas por tazas sólidas
a fuegos, silencios y sangres
de sólidas guarniciones
los piececilos desnudos
sobre escaleras de vieja madera
para no hacer ruido
y sacarme por la ventana de la escalera
de soldados guardianes, de dagas
forjadas y niños capitanes
de valientes y de cobardes
y de mundos simples
que encubren a los pequeños héroes
forjados entre espartos, cordeles
viejas calles y necesarios aranceles
Los reunímos a todos
y fue mágico ver el calado
de nuestra forja personal
y ya en silencio el peso
inevitable
de la profunda
complicidad.
Pequeños héroes
forjados a sangre y metal
capitanes inquebrantables
que se vuelven a encontrar.
La magia del tañido lento
sobre las cosas simples
profundas, sinceras
y extrañamente auténticas
Casi no recordaba
los ojos rasgados
los nervios templados
y la adrenalina
de fugas de amigos
de tardes de patines
de robos de barcas
de engaños y estratagemas
de falsas cogeras
para que nos diesen helados
de volverme a meter
sin que se enterasen
de jugarse el pellejo
porque ese dragón
no era cualquier otro.
Qué bonito ver
que los dos capitanes
y los caballeros
lo volvimos a ser
nada más vernos.