22 jul 2018

Invernaliando en el fuego estival


A los que nacimos
bajo la sombra de la noche invernal
en épocas de fríos y pieles congeladas
late bajo nuestra aparente corteza inmóvil
un nudo de fuegos, chimeneas y mantas
una piel acostumbrada a curtirse
para sobrevivir a las durezas de la vida
y a las heladas

Bajo los congelados rios
aguardamos adormecidos
entre nuestros brazos
las semillas aladas
de una impenitente primavera,
recordándole al arrogante verano
que el frescor siempre está a la sombra
de nuestras escondidas alas.

Bajos las sonrisas veraniegas y las prisas
las luces y las sorpresas
las fiestas y amaneceres
siempre invierno aparece al final de la noche
regalándote la quietud de la fresca poesía
recordándote: no me olvides, riega y brota
salta, juega... recuerda, pero no se toca
que a la vuelta de la esquina estamos
preparandote para las nieves

Recuerda el calor
hasta que se te queden blancas las sienes.

Quietud y reflexión
años de bienes,
respuesta vital
después del descanso
de una buena y vital reacción
a la sobreexposición.

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