2 jun 2018

El fin de la cabra

Un señor va a ver al rabino. Desesperado. Le dice que es pobre y su casa es muy pequeña. Que son muchos en ella, que no se puede vivir allí. Que es un infierno. El rabino le dice que compre una cabra y la meta también en casa. El hombre hace chiribitas, pero obedece. Vuelve a hablar con el rabino a la semana siguiente. Le explica que la vida en esa casa sigue siendo el mismo infierno, pero agravado hasta la desmesura por la presencia de la cabra, sus ruidos, sus destrucciones y deposiciones. El rabino le contesta: ahora, saca la cabra. El hombre vuelve a hablar con el rabino a la semana siguiente. ¿Cómo te va en tu casa?, le pregunta el rabino. El hombre responde: perfecto, por fin.

4 comentarios :

  1. La prueba fehaciente de que nos basamos en las comparaciones. No somos capaces de valorar escenarios absolutos y aislados.

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  2. Exacto
    A veces la simple pregunta: "¿comparado con qué?" Ya es la misma respuesta de la proporcionalidad relativa.

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