Basado en un Cuento de las Mil y Una noches
Érase una vez un rey que poseía inmensas riquezas: oro,
palacios, joyas, jardines... A diario recibía regalos de sus aduladores, que
eran muchísimos. Pero el rey no valoraba estos regalos porque su riqueza era
tanta que todo le aburría.
Un día un humilde cazador le regaló un hermoso pájaro multicolor
que hablaba con enorme sabiduría y que cautivó su corazón. El rey encargó a sus
orfebres una enorme jaula de oro, y la colocó en el más bello salón de su
palacio. Dentro de la jaula mandó plantar un árbol, y junto al árbol ordenó que
manara una fuente.
El rey se sintió por primera vez feliz, porque el pájaro
entretenía con su charla sus horas vacías. Recibió de él muy buenos consejos, y
el tiempo acabó por convertirlos en grandes amigos. Todas las noches el rey lo
visitaba:
- Amigo pájaro, sabes muy bien cuánto te estimo. Me gustaría
verte siempre feliz. Dime qué deseas y yo te lo procuraré.
- Sólo quiero una cosa: la libertad. Por eso no soy feliz.
Ábreme esta jaula. Volaré entre los árboles de tu jardín. Visitaré a mi
familia, en las montañas, pero todas las tardes estaré en tu ventana por si me
necesitas.
Y todas las noches el rey le respondía:
- Cualquier deseo te concederé, menos la libertad. Huirías muy
lejos, y yo volvería a ser, sin ti, un hombre triste y sin amigos.
Día tras día la tristeza del pájaro era mayor. Tanto, que acabó
por enfermar. Dejó de cantar, y de hablar, y el color de sus plumas palidecía.
- ¿Qué puedo hacer por ti?
- Rey, ve al Gran Bosque y encuentra a mis parientes. Diles que
estoy enfermo y pregúntales si pueden darme algún consejo que me sane.
Así hizo el rey. Se adentró en la espesa selva y al encontrar un
claro gritó:
- ¡Soy el rey de la India!
Poco a poco comenzó a escucharse un revuelo de alas y un coro
increíble de cantos de pájaros. Pájaros de todas clases y colores se posaban en
las ramas de los árboles para escuchar al rey:
-¡Soy el rey de la India! Tengo en mi palacio un pájaro que
nació entre vosotros. Es el pájaro más bello que se haya conocido. Su canto es
una música maravillosa y, además, habla con sabiduría desconocida. Vive en una
gran jaula de oro, con una fuente de agua fresca y un robusto árbol frondoso
junto a ella. Pero se siente cada vez más enfermo. Me manda a buscar consejo.
Pido a quien pueda darme el secreto de su curación que me lo diga, porque lo
tengo por mi mejor amigo.
Entre un inmenso silencio, se escuchó de pronto un golpe seco en
el suelo. Desde una alta rama un pájaro se había desplomado muerto. El Rey de
la India observó que el pájaro era exactamente igual que el suyo. Contemplando
aquel hermosísimo animal sobre la hierba sintió una enorme inquietud por su
amigo enfermo. Angustiado, el Rey regresó de inmediato temiéndose lo peor, pero
al llegar se serenó al comprobar que el pájaro enjaulado aún estaba vivo.
- ¿Has encontrado a mi familia?
- Sí, pero hay algo que no entiendo. Al pedir consejo, un pájaro
igual a ti cayó de repente muerto al suelo.
Al escuchar estas palabras, el pájaro del Rey cayó desde una
rama, muerto. El Rey, desesperado, abrió la jaula y tomó entre sus brazos el
cuerpecillo de su pequeño amigo. Entonces, de un salto, el animal salió
volando, se escapó de los barrotes dorados y se posó en la ventana.
- ¡Ah, traidor! ¡Me has engañado!
- ¡Oh, Rey, no debes enfadarte! He recibido un sabio consejo de
mis parientes.
La libertad no tiene precio y es necesario conseguirla como sea. Si pretendes que viva entre barrotes, aunque sean barrotes de oro, siempre me sentiré un esclavo y no un amigo. Ahora sí puedo ser tu amigo porque libremente te visitaré todas las tardes y me tendrás a tu lado cuando me necesites. Y tu serás mi amigo, porque eres libre de recibirme y escucharme cuando quieras. La amistad no es una cárcel
La libertad no tiene precio y es necesario conseguirla como sea. Si pretendes que viva entre barrotes, aunque sean barrotes de oro, siempre me sentiré un esclavo y no un amigo. Ahora sí puedo ser tu amigo porque libremente te visitaré todas las tardes y me tendrás a tu lado cuando me necesites. Y tu serás mi amigo, porque eres libre de recibirme y escucharme cuando quieras. La amistad no es una cárcel
Nadie puede ser amigo sin ser libre.
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