Miguel Hernández
75 años
"Aunque el otoño de la historia
cubra vuestras tumbas con el aparente polvo del olvido,
jamas renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños"
Blog sobre cosas que pasan en la vida cuando eres un gato. Soy la gata Flora que aflora y somos tantas en una sola, que ni lloran
28 mar 2017
24 mar 2017
Confesiones de un burgués

Sandor Marai - "Confesiones de un burgués"
(Hungría, 1900-1989)"Tengo que hablar de los muertos, así que debo bajar la voz. Algunos están completamente muertos para mí; otros sobreviven en mis gestos, en la forma de mi cráneo, en mi manera de fumar, de hacer el amor, de alimentarme: como y bebo ciertas cosas por encargo de ellos. Son numerosos. Uno pasa muchos años sintiéndose solo entre la gente hasta que un día se encuentra con sus muertos, nota su presencia discreta pero constante. No alborotan demasiado. Con la familia de mi madre tardé en aceptar la convivencia; un día empecé a oír sus voces al hablar, a ver sus gestos al saludar o al alzar una copa. La «personalidad», lo poco que tú mismo te añades, es una nimiedad en comparación con la herencia que los muertos te dejan. Personas que ni siquiera he llegado a conocer sobreviven en mí: se ponen nerviosas, escriben novelas, albergan deseos y luchan contra sus miedos en mí. Mi rostro es la copia exacta del de mi abuelo materno; las manos las he heredado de la familia de mi padre; mi temperamento es el de algún antepasado materno. En momentos determinados, cuando me molesta algo o tengo que tomar una decisión repentina, probablemente pienso, hablo y actúo igual que habría pensado, hablado y actuado mi bisabuelo materno en su molino de Moravia hace setenta años."
Sandor Marai
Narrador, poeta y dramaturgo húngaro nacionalizado estadounidense en 1952. Su verdadero nombre era Sándor Grosschmid. Nació en Kassa (actualmente Košice, Eslovaquia). En 1918 trabajó como editor en Budapest y al año siguiente se trasladó a Berlín y, poco después, a Frankfurt, donde se dedicó al periodismo. Fue designado en 1945 miembro de la Academia Húngara de Ciencias. En 1948 abandonó Hungría en protesta por la ocupación soviética del país. Vivió en Suiza, Italia y Estados Unidos. Existen ediciones en castellano de sus obras Música en Florencia, traducida del alemán por Oliver Brachfeld; y El último encuentro, La herencia de Eszter, Divorcio en Buda y La amante de Bolzano. Se ha comparado la obra de Sándor Márai con la de Thomas Mann y Gyula Krúdy. El autor manifestó en una ocasión que veía cómo se desintegraba la clase media húngara, cuyo modo de vida conocía a fondo por haber nacido en el seno de una familia de ese sector social y por haberlo hecho objeto de una observación minuciosa: "tal vez la única obligación de mi vida y de mi trabajo como escritor sea elaborar el proceso de esa desintegración". Sándor Márai se quitó la vida en 1989 en su exilio en San Diego, California.
Epythafiums (in Hispania)
Fayum, hombre de mar (...) Si no es mucho molestia, transeúnte, levántate y lee ésto. A menudo he recorrido el inmenso mar en una embarcación ligera y he llegado a muchas tierras. Éste es el fin que urdió para mí el destino al nacer. Aquí me he liberado de mis preocupaciones y trabajos. Aquí no temo a las estrellas, ni a las nubes. ni al fiero mar, ni temo que mis gastos supere mis ganancias. CIL IX 60

"Gemina, esclava de Decio Publicio Subicio, murió a los 25 años durante el parto. Aquí yace. Cayo Aerario, liberto, hizo construir este monumento. Serías mi Parca si me llevaras de donde estoy con la fuerza de una infernal amatista. Si me amaste, ¡llévame de aquí!" AE 1991, 1076 (Úbeda la Vieja, Jaén)
"Al auriga Eutyches, de 22 años. Flavio Rufino y Sempronia Diofanis a su siervo que bien lo merecía. Descansan en este sepulcro los restos de un auriga principiante bastante diestro, sin embargo, en el manejo de las riendas" Texto puesto en boca del auriga: "Yo, que montaba ya sin miedo los carros tirados por cuatro caballos, no obtuve permiso, con todo, para conducir más que los de dos. Los hados, los crueles hados, a los que no es posible oponer resistencia, tuvieron celos de mi juventud. Y, al morir, no me fue concedida la gloria del circo, para evitar que me llorara la fiel afición. Abrasaron mis entrañas malignos ardores, que los médicos no lograron vencer. Te ruego caminante, derrames flores sobre mis cenizas: tal vez tu me aplaudiste mientras vivía" CIL II 4314 (Tarraco)
"Aqui yace Romana, amada por los suyos, de 20 años de edad. Te lo ruego, caminante: come, bebe, disfruta. Algún día habrás de venir" CIL II 1877 (Gades)

"Gemina, esclava de Decio Publicio Subicio, murió a los 25 años durante el parto. Aquí yace. Cayo Aerario, liberto, hizo construir este monumento. Serías mi Parca si me llevaras de donde estoy con la fuerza de una infernal amatista. Si me amaste, ¡llévame de aquí!" AE 1991, 1076 (Úbeda la Vieja, Jaén)
"Al auriga Eutyches, de 22 años. Flavio Rufino y Sempronia Diofanis a su siervo que bien lo merecía. Descansan en este sepulcro los restos de un auriga principiante bastante diestro, sin embargo, en el manejo de las riendas" Texto puesto en boca del auriga: "Yo, que montaba ya sin miedo los carros tirados por cuatro caballos, no obtuve permiso, con todo, para conducir más que los de dos. Los hados, los crueles hados, a los que no es posible oponer resistencia, tuvieron celos de mi juventud. Y, al morir, no me fue concedida la gloria del circo, para evitar que me llorara la fiel afición. Abrasaron mis entrañas malignos ardores, que los médicos no lograron vencer. Te ruego caminante, derrames flores sobre mis cenizas: tal vez tu me aplaudiste mientras vivía" CIL II 4314 (Tarraco)

Astrónomo
Un astrónomo se había impuesto como norma salir de casa cada noche para observar las estrellas. Una vez, merodeando por los alrededores de la ciudad, con toda la fuerza de su espíritu concentrada en el cielo cuando miraba hacia arriba mientras estudiaba los astros, no dierase cuenta que había un pozo y cayó dentro dél.
Entonces gritó de dolor y pidió socorro … una esclava tracia le oyó, se acercó y vio lo que había sucedido, el sabio le contó lo acontecido, mientras exigía que dierase prisa para continuar la observación del firmamento y dejara por un momento sus trabajos de esclava, la graciosa tracia se echo a reír, y sorprendióse que quisiera conocer las cosas del cielo, no advirtiendo lo que tenía bajo a sus pies, le dijo:
¿Así que eres uno de esos que quiere ver lo que hay en cielo pero hace caso omiso de lo que hay en la tierra? traerán una escalera o morirás en el pozo cargado de razones o conocimientos, mientras los pies no tienen culpa de las distracciones del entendimiento, los que no son agradecidos en la tierra, obedeciendo solo al discernimiento, y se burlan de humildes esclavos, poco puede aprender el cielo dellos.
22 mar 2017
Sombrerero
“Si conocieras al Tiempo tan bien como lo conozco yo -dijo el
Sombrerero-, no hablarías de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje!”
Dalí y el conejo blanco
21 mar 2017
EL PÁJARO Y EL REY DE LA INDIA
Basado en un Cuento de las Mil y Una noches
Érase una vez un rey que poseía inmensas riquezas: oro,
palacios, joyas, jardines... A diario recibía regalos de sus aduladores, que
eran muchísimos. Pero el rey no valoraba estos regalos porque su riqueza era
tanta que todo le aburría.
Un día un humilde cazador le regaló un hermoso pájaro multicolor
que hablaba con enorme sabiduría y que cautivó su corazón. El rey encargó a sus
orfebres una enorme jaula de oro, y la colocó en el más bello salón de su
palacio. Dentro de la jaula mandó plantar un árbol, y junto al árbol ordenó que
manara una fuente.
El rey se sintió por primera vez feliz, porque el pájaro
entretenía con su charla sus horas vacías. Recibió de él muy buenos consejos, y
el tiempo acabó por convertirlos en grandes amigos. Todas las noches el rey lo
visitaba:
- Amigo pájaro, sabes muy bien cuánto te estimo. Me gustaría
verte siempre feliz. Dime qué deseas y yo te lo procuraré.
- Sólo quiero una cosa: la libertad. Por eso no soy feliz.
Ábreme esta jaula. Volaré entre los árboles de tu jardín. Visitaré a mi
familia, en las montañas, pero todas las tardes estaré en tu ventana por si me
necesitas.
Y todas las noches el rey le respondía:
- Cualquier deseo te concederé, menos la libertad. Huirías muy
lejos, y yo volvería a ser, sin ti, un hombre triste y sin amigos.
Día tras día la tristeza del pájaro era mayor. Tanto, que acabó
por enfermar. Dejó de cantar, y de hablar, y el color de sus plumas palidecía.
- ¿Qué puedo hacer por ti?
- Rey, ve al Gran Bosque y encuentra a mis parientes. Diles que
estoy enfermo y pregúntales si pueden darme algún consejo que me sane.
Así hizo el rey. Se adentró en la espesa selva y al encontrar un
claro gritó:
- ¡Soy el rey de la India!
Poco a poco comenzó a escucharse un revuelo de alas y un coro
increíble de cantos de pájaros. Pájaros de todas clases y colores se posaban en
las ramas de los árboles para escuchar al rey:
-¡Soy el rey de la India! Tengo en mi palacio un pájaro que
nació entre vosotros. Es el pájaro más bello que se haya conocido. Su canto es
una música maravillosa y, además, habla con sabiduría desconocida. Vive en una
gran jaula de oro, con una fuente de agua fresca y un robusto árbol frondoso
junto a ella. Pero se siente cada vez más enfermo. Me manda a buscar consejo.
Pido a quien pueda darme el secreto de su curación que me lo diga, porque lo
tengo por mi mejor amigo.
Entre un inmenso silencio, se escuchó de pronto un golpe seco en
el suelo. Desde una alta rama un pájaro se había desplomado muerto. El Rey de
la India observó que el pájaro era exactamente igual que el suyo. Contemplando
aquel hermosísimo animal sobre la hierba sintió una enorme inquietud por su
amigo enfermo. Angustiado, el Rey regresó de inmediato temiéndose lo peor, pero
al llegar se serenó al comprobar que el pájaro enjaulado aún estaba vivo.
- ¿Has encontrado a mi familia?
- Sí, pero hay algo que no entiendo. Al pedir consejo, un pájaro
igual a ti cayó de repente muerto al suelo.
Al escuchar estas palabras, el pájaro del Rey cayó desde una
rama, muerto. El Rey, desesperado, abrió la jaula y tomó entre sus brazos el
cuerpecillo de su pequeño amigo. Entonces, de un salto, el animal salió
volando, se escapó de los barrotes dorados y se posó en la ventana.
- ¡Ah, traidor! ¡Me has engañado!
- ¡Oh, Rey, no debes enfadarte! He recibido un sabio consejo de
mis parientes.
La libertad no tiene precio y es necesario conseguirla como sea. Si pretendes que viva entre barrotes, aunque sean barrotes de oro, siempre me sentiré un esclavo y no un amigo. Ahora sí puedo ser tu amigo porque libremente te visitaré todas las tardes y me tendrás a tu lado cuando me necesites. Y tu serás mi amigo, porque eres libre de recibirme y escucharme cuando quieras. La amistad no es una cárcel
La libertad no tiene precio y es necesario conseguirla como sea. Si pretendes que viva entre barrotes, aunque sean barrotes de oro, siempre me sentiré un esclavo y no un amigo. Ahora sí puedo ser tu amigo porque libremente te visitaré todas las tardes y me tendrás a tu lado cuando me necesites. Y tu serás mi amigo, porque eres libre de recibirme y escucharme cuando quieras. La amistad no es una cárcel
Nadie puede ser amigo sin ser libre.
17 mar 2017
El árbol que canta, la fuente de oro, el pájaro que habla
El árbol que canta
La fuente de oro
El pájaro que habla
Cuando mi alma se derritió
sobre la arena surgió
una pequeña fuente
un cántaro recogió las aguas
y de la sal del fondo
nació un espejo
Relato el final
de la descripción del espejo
y el cruce alado
entre dos mundos
innombrados
la extraña familiaridad
de dos objetos olvidados
y de repente asomados:
Espejo
Tímido
mordaz
travieso
pulido
de luces incipientes
símbolos virtuales invertidos
efectos ópticos
de metales bruñidos
avidriados
esparcidor de imágenes
ora conformes o deformes
de tus fueros salvajes
plateo oval de grabados
corcovados
marcos elegantes
de luces discordantes
encorsetados
desembarco de tu sueño
movible, reducible
bárbaro
foco imaginario
imagen del alma
cuerpo sin sombra
desalmados
se tapan los espejos
con sus reflejos,
a los moribundos
para que sus almas
no se queden atrapadas
por estos mundos
Contrapartidas
especulares de los vivos
feos, vagos, meditabundos
salmos inversos
hablados o mostrados
que no reflejan
la imagen de quien lo contempla
sino sus deseos más profundos
Cántaro
Recepto de la vida
agua fresca entumecida
me adelanto
hablo con el cántaro
y sólo me responde:
“tu belleza
es la verdad
… eso es todo”
del cántaro
renovadas de vida
Canta el reflejo
renovadas de vida
Canta el reflejo
del espejo
mientras me alejo
no sé si he cruzado
o soy yo
quien
ha cambiado
El árbol que canta
La fuente de oro
El pájaro que habla
Gallinas
Cuando el zorro
no está
para adularlas
antes de comérselas
Las gallinas
escudriñando,
vienen de visita
16 mar 2017
14 mar 2017
Skyphos, y el cuento de los leones, las grullas y los perros
Skyphos con grutescos de animales, zarcillos y flores
Como en todos los cuentos
cada uno saca lo que esta preparado para ver
de leones de barro, de grullas eternas y de perros que ladran agua
Y aún así
en mi defecto de forma
en mi tacita de plata,
de mi olvidado skypho
late la vida
de la palabra
olvidada
carcomida y
reconquista
da
Huyo
de la rancia estola
de tiesos
de lentes encogidas
de versos podridos
carcomidos
avariciosos
de lo que no entienden
doctos en lo ajeno
y de los
enrarecidos
por dentro
enrarecidos
por dentro
Yo, la Maga
de inalterable saga
la de los labios esperpentos
Las joyas
sin sus palabras
no son sagradas
el baño de plata
la fuente del cáliz
juventud eterna
La voz, su cuento y su historia
el símbolo que representa
nunca la forma
Oh! pobres necios
avariciosos
y los leones ladraron
y las grullas rugieron
y los perros volaron
y sin embargo...
Las joyas
sin sus palabras
no son sagradas
el baño de plata
la fuente del cáliz
juventud eterna
La voz, su cuento y su historia
el símbolo que representa
nunca la forma
Oh! pobres necios
avariciosos
y los leones ladraron
y las grullas rugieron
y los perros volaron
y sin embargo...
4 mar 2017
Melpomene tragico clamat moesta boatus
"Musa, mihi causas memora, quo numine læsø, quidve"
Virgilio, Melpomene y Clío, "La Eneida" sg III
Museo del Bardo, Túnez
“Entre un montón de huecas armaduras y de oriflamas ígneos, la locura sacude su estrepitoso tirso, sin advertir que poco a poco llegará la farándula al abismo” sg XVII
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