DE TRASTOS marinos Y TRASGOS profundos
Tan dura era la rabia que George Brown rompió su bastón y se
dirigió a los restos de su miserable embarcación con indigno desprecio. Las
jarcias aun estaban húmedas, no tendrían mas remedio que abandonar el bancal arenoso en cuanto subiera la marea.
En la vida de cualquier joven normal, llega el momento en el
que se siente un deseo irresistible de salir donde sea en busca de un “tesoro”
escondido. Esa combinación de seres desesperados, islas remotas, grandes incursiones
y tesoros, fue lo que la empujo a conquistar las cartas marinas que recibió en herencia. Pensó en ese
instante, que sin duda, ese era un
buen momento de dejarlo todo, carenar y echarse a la mar sin rumbo, esperando
mejores vientos, pues como dice aquel refrán: “A barco desesperado, Dios le
encuentra puerto”.
Se comprenderá ahora el por qué de la gran rivalidad entre
Brown y Galeote, así como la irritación de esta última, porque la elección de
la Club-Cup, eligiera solo a miembros de su antigua sociedad, a todas luces
obsoletos, que vieron defraudadas sus pretensiones en su cómoda juventud, y
ahora se disponían a robar un ultimo mérito, a ser posible ajeno, con el único
fin de enriquecer sus medalleros.
Como nieta del Viejo Capitán, no tuvo dificultad en
demostrar sus habilidades, para convencer a tan regio cementerio.
Serian alrededor de la una y media cuando los dos botes
marcharon a tierra, antes que la violenta tormenta se les viniera encima unas
horas antes y les alejara de la ruta oficial. Quizá fueran las seis y media de
la tarde.
Se acercó a la destrozada barcaza de Brown y quedó
impresionada por como había
quedado, era una embarcación mediana de fabricación casera, vistoso, atractivo
e interesante, pero poco funcional. Estaba distribuido en tablas y palos, con
un embarrotado de largueros de madera y recubrimiento de terciado marino,
dominado por la hermosa imagen copiada de alguna vieja fotografía náutica, una
especie de sirena vikinga, con el cabello de la mujer rozando el suelo del arenal.
- Por favor podría decirme...
- No hables si no te preguntan. le interrumpió bruscamente
el viejo y embotado comandante.
- Bueno, señor, si todo el mundo siguiera esa regla, y si
una hablara solo si le preguntaran, y el otro esperase a que hablara la
primera, nadie diría nunca nada, así que...
- RIDICULO, ¿NO VES QUE SOY UN SUPERIOR?, para ello,
entérate bien, se requiere pasar la graduación correspondiente, estas crías
insolentes...
El capitán, furioso de ira, presa de un ligero
estremecimiento, observo como Galeote, rodeada pausadamente la chalupa,
cogiendo el ayuste y desenterrando un viejo cuadrante doble que parecía haber
salido ileso.
-Por ejemplo niña, yo me encuentro muy a gusto sentado en
esta piedra, delante de mi hermoso barco, de estos libros y amarres, de mi
viejo astrolabio, son objetos “familiares” que me acompañan, por eso son tanto
mas instrumentos cuanto mas familiares. Pero es claro que si este barco, estas
librerías andantes de almas errantes, mi astrolabio fueran de otra Existencia,
el presentimiento de la Nada de esta ultima enturbiaría este sentimiento de
confort. Pero ¿acaso soy amigo de estos libros, de esta vieja embarcación que
me hace vivir? Solo en sentido analógico.-
Galeote descubrió que a este viejo cascarrabias
se le había ido definitivamente la chaveta, y todo lo tendría que resolver
sola en mitad de la nada.
Se quedo pensativa durante mucho tiempo, de pie. Su nuevo
Prahu, típico de la isla de las especias que visitaba alguna vez, ahora le parecen mil años, en el sureste
asiático, había aguantado la embestida a duras penas. Las historias grabadas en
estos muros de mar parecían envolverla., arrasarla a otro mundo primitivo y
misterioso. Entre la línea del mar y el cielo solo había un mismo color y forma,
un color que parecía traspasar a su sangre a través de una corriente submarina,
mientras estaba de pie en la playa, suspendida ante ese espacio. Y entonces
escuchó el sonido.
La portezuela de aquella embarcación se abrió de golpe y el sargento John Drudge
saltó del desvencijado habitáculo interior abalanzándose sobre la pistola que
descansaba en la arena, en la que Galeote apenas había reparado, pero se detuvo
al distinguir la silueta del teniente Brown recortándose contra la luminosidad
violenta del exterior, mientras
las suave figura de la joven que apenas era perceptible unos pasos mas atrás,
unas luces le deslumbraban, aquellos cielos oscuros se habían disipado tras la
tormenta.
Solo tenia 19 años, dos días para llegar a meta, una pistola
apuntando a su cabeza y un viejo sollozando a los pies. Esta claro que ahora se
alegraba de tener pinchándole el costillar ese viejo pasador de cabos, que se
habría enganchado en la tormenta bajo el chaleco, y que sin embargo lo sentía
sujeto con un sencillo ballestrinque del que tan solo habría de tirar con un ligerísimo gesto.
Solo tenia 19 años, si, pero su nombre era Tereixa Galeote,
tátara tataranieta de Isabel Barreto. La primera almiranta de la Historia, a
las ordenes de Felipe II cuyo
nombre nadie recuerda, y sin embargo, ella estaba dispuesta a hacerlo
rememorar, a la fuerza si fuere, pues todos saben que un hombre es revivido
cuando su nombre es recordado. Pero muy pocos se acuerdan dellas. Sin embargo,
en el olvido, nadie recuerda a las 30 primeras que se fueron, pero no
volvieron. Pioneras, engullidas
por el olvido, cuyas cartas aun conservaba el la vieja biblioteca de la
familia, recuperadas bajo el antiguo muro de la chimenea, amarillentas, bellas
y que ahora, tajo parejo, si salía con vida, tendría una única oportunidad de
revelar, y que mejor momento que tras una meta para su nieta. Una única medalla
que recuerde anteriores batallas.
Y piensa: "Respira hondo, que la sangre hierva. Tira
del ballestrinque y reza.
Señor, matadme o hacedme matar… porque si me dejáis, d'estos
dos, responderé yo con este mismo pasador...”
Ahora!
La brazalera, como esta de plata, ágata y castaña de Indias del XVIII, tenía una misión protectora. Se colocaba bajo la manga / MUSEO DEL TRAJE
Tiene un aire a Pérez-Reverte que me gusta mucho.
ResponderEliminarNo lo habrás copiado de algún sitio ehhhhhhh, ehhhhhhhhhhh, ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
:P
:)
ResponderEliminarGracias.
No es una copia jjj
ResponderEliminarMe basto y me sobro,
si estoy inspirada
of course