Una noche, hace mucho, pasaron bajo mi ventana un hombre y una mujer.
Fue en mitad de la noche. Iban cantando cierta canción, no se cual, pero me pareció haberla oído antes, quizá solo una vez en mi vida, algún único momento de felicidad absoluta en mitad de la nada.
Solos en el mundo. Cantaban con voz suave, dedicada. No canturreaban a gritos insolentes, como hacían los borrachos de las tascas todos los fines de semana. Se escuchaban cantar.
Solamente dos personas que se amaban, que estaban todavía en lo vivo de un amor naciente, solos, a esa hora, ese día y en ese momento en que la humanidad abrumada por el olvido se recupera del sueño, solo ellos tenían esa oportunidad de dedicarse cantar.
En medio del silencio, rasgando la tela oscura de sueños, el filo donde termina un día y empieza el otro, aun sin haber muerto ni nacido cada uno del todo, en esa mitad de la nada, se elevaba esa canción. Una flor rompiendo con sus pétalos la noche de piedra. Cantar contra la muerte, pensé.
Toda mi carne se puso a gritar deseando ser ellos, y cuando la pareja se hubo alejado tras largo rato, seguí sin poder dormirme, tarareando en mi mente esa sencilla melodía, llenando de vino mi copa vacía por esos instantes de sutil belleza.
Ayer noche recupere ese ligero silbido, esa sensación eterna, durante un instante.
... y sin embargo, se mueve.
Eso fue hace tanto, que parece un sueño. Ahora tengo mi propia ventana para cantar esa canción eterna, ahora tengo mi propia melodía, mi propio pedazo de eternidad
Tontaaaaaa, haberme invitadoooooooo
ResponderEliminarDesde luego...
Besos
Si es que tengo una cabezaaaa
ResponderEliminarjajaja
Besossss
Muakkkkkkkkk
ResponderEliminarTe dije algo más que múuuuuuuuuu en mi blog.
ResponderEliminarBesos.
Lo se , no me funcionan los acentos del ordenador, por cierto.
ResponderEliminarTu das muuuucho mas que muuuu
muuuchas alegrias por existir
muuucha compañia
y muuuuucha belleza en tus palabras
te dedique unas palabras en mi estado
que obviamnete se no leerias
te escribo muchas veces al aire
Es lo que hago cuando te leo
Cuando la inmensa mediocridad me inunda
aparezco por mi oasis, que es tu tumba
Bebo de tus palabras rasgadas,
el rojo de tu sangre y revivo
Vine por esos besos solamente; guardad los labios por si vuelvo, caballero.
Muuuchas gracias corazon
a ese toro salvaje
como salvajes son nuestros dias
y oscuras nuestras noches
Smuuuack
Y ante mas mediocridad, digo a tus lejanos oidos
ResponderEliminarCuanto más cerca he estado del placer, más lejos me he sentido de la muerte y su universo gélido.
Tanta luminosidad lunar que se tiende,
cuerpo, a tus orillas.
Y dijeron las musas, recuerdo difuminándose en mi oído sus palabras templadas, sus vestidos ligeros y los cabellos al viento:
“¡Pastores!, que pasáis la vida en los campos al aire libre,
¡sois el oprobio de los pueblos, pues no sois más que vientre!
Nosotras en cambio, sabemos cantar mil verosímiles ficciones
y también, cuando nos viene el deseo, ensalzar la verdad”
Eso decimos las musas ligeras de visceras
Tienes tu propia melodía y tu canto eterno, que afortunada eres, saludos.
ResponderEliminarAl menos eso jajaja
ResponderEliminarSaludos.
La bola negra eres tú.
ResponderEliminarIgualmente
ResponderEliminarlas bolas negras
tiran a dar
en este desierto de loco
de pajaros feos
y niños helado
jjj Besos Toro
Aynsssssssss
ResponderEliminarDesperté
ResponderEliminarDonde me hallo?
Que pasó con mi corcel y mi lacayo?
Después de la noche viene el día
Que pasó durante mi ausencia?
Exceso de complacencia?
Aún somnolienta y no me callo
jabón y agua fresca del lago
Necesito volver a pasear por estos jardines
De orcos, elfos y querubines
Desenvainar la espada
Cometer usura a los infieles
Pero antes de esos laureles
Dejadme acomodar mis huesos desfigurados
Pues en el tres abetos se han plantado
Saludos amigos
Como los potros estreno patas nuevas
Y no me importa patear culos para ir practicando jajajaja
Coman y beban
La taberna del lagarto vuelve a la vida
Dejarme deshollinar este antro
Y nos vemos, como siempre
Donde no seamos babeados por halagos
Ni comprados con impertinencias
Maese! Mi pañuelo
Esta vez del golpe no se me escapa el cerebro
Paz, salud y audacia hermanos!
Volvemos a los caminos
Decidme, en que mundo es este en el que vivimos? Más cruel que antaño?
Ya me contaréis
Arre que tengo prisa por recomponer los pies y no los siento, se me habrán caído en algún momento