Y llegó a mi, nadando, visualizando cada momento del hada.
Veo a mi ama, escarmentada, donde había dolor ya no siente nada- ven, pez de mi camada- no te veo desde la última vez.
¿Qué pasa? pregunto despistada, ¿ vino el hada de cabellos negros, junto al pescado más bello?.
Fuí la flor del agua escamada, y véme ahora recuperada, los peces se amontononan en mi alborada, pero sólo este pescado es mi manzana.
Ya vés, cuando desperté sentí haber dormido ó soñido algo extraño y bello. Un destello me llegó del arroyo fino, vislumbré un rayo plateado y rojo como el vino. ¿Sería el pescado del veraniego lino?
Sin desatino, creo haber visto algo de madrugada, ya no sé si lo soñé, fué algo o no fué nada. En fin cosas de la alborada, preguntaré a mi ama, pues ahora la veo, acalorada, no lo esperaba.
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