Buenos días!
Os explicaré que mi padre era un gato de calleja, y mi madre una gata española con pedigrí, adueñada de una Geisha de renombre y gusto exquisito, que recorrió el mundo de Indonesia a Quito.
De su casa salía, todo el día, con su larga y suave cola torneada, y muchas cosas que sé, las sé , aunque ella no me contara nada.
Yo fuí y soy su memoria asomada, y busqué la vida que fuí, y fuí porque no soy nada.
Y de esa nada que perdí, salí en mi 1ª vida de las siete, a conocer el callejón donde desapareció el olor de la hornada, de mi madre la gatita, de la geisha deseada, y de mis hermanos los gatitos, de los que no se´...
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