2 abr 2018

La tórtola que espera

Un par de tórtolas
cantan sobre mi tejado
casi todas las semanas
Desde mi casa se ve toda la ciudad.

Muchas veces se esperan
Hoy la tórtola sigue estando delante de mi
La ciudad bulle antes de la fiesta de la primavera
Tiene algo menos de apetito que días pasados

En vez de llamarlo sin descanso,
se ha quedado quieta en su sitio.
Veo apenas asomar las plumas sobre su cabeza
la temperatura era como para calentar
hasta a un oso recién despertado de la hibernación.

La mejor comida de campesinos se huele desde la chimenea
de cocina tradicional que da hacia la otra terraza
cuyo local se haya junto a los pies de mi casa.

Soy afortunada
todas las mañanas las tórtolas me esperan
luego aparecen el resto de pájaros
es el punto de encuentro aéreo de todos los arboles.

Vivo cerca del cielo
en pleno centro
y siempre, siempre
cerca de mi cielo
y de sus nubes
y de sus aires.

Mi casa tiene un paraje perlado
una pérgola pesada y linda, amarrada
como barco varado, al que izo y bajo las velas,
dependiendo del viento,
esperando en cualquier momento
la fresca fragancia de la mar cercana.

Y cuando hay temporal allá lejos
las pocas veces que lo hace
en estas aguas en calma,
las gaviotas se pasean y saludan
a sus otros compatriotas.


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