14 feb 2025

La sencilla saladora

 



"No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía."


A quienes se empeñan en derribar molinos y castillos aún en tiempos difíciles, siempre universales.

Su locura era una forma superior de cordura, pues en tiempos donde la cordura es simple crueldad existencial, no son más los locos, que como los niños, dicen las verdades sin edulcorar, esa prisión de normas y grilletes invisibles.

Muchos hoy portan la locura como un estandarte de rebeldía, una llama que arde en sus venas e iluminan unos ojos limpios.

Tripas, mente y corazón
De Sanchos, Quijotes y dulcineas
Salen las enredaderas de los mártires
de entre las corcheas. 

Cabeza sobre las nubes, que como las Musas, ensalzaban la verdad, contando numerosas ficciones, a veces más aún que la verdad misma.

Pero el amor, de naturaleza ligera, no necesita más que aire en su sola existencia, más que espacio para danzar, libertad para volar, y un cuerpo presente al que aferrarse para recordarle la caducidad de la vida.

Locos, quizá.

Cervantes ensancha nuestra mirada obligándonos a contemplar el mundo defendiendo a ultranza la libertad, a través de los ojos de un loco, enfrentando la locura con la cordura conservadora y cruel de los que aceptan las normas imperantes de cada época, muchas de ellas sin sentido.

Cervantes es mucho más que sus personajes, pues era, al fin y al cabo, de carne y hueso. De manos reales, y alma que las guiaba tan viva como eternas fueron sus escrituras.

A veces la realidad supera a la ficción.


En el sepulcro de Don Quijote

Yace un hombre que vivió loco

y murió cuerdo

Y fue más feliz en su locura

Que en la mediocridad de la cordura

Un epitafio sencillo, una gran metáfora

De libertad, desengaños,

de sueños y derrotas, mediterráneos.

Sancho Panza, tierra y tripas

Don Quijote, cabeza, nubes y picas.

Un amor realizado entre almas voladoras

De  Dulcineas saladoras.

De locos, arbustos y trepadoras

Unos ojos limpios que brillan

La locura de los cuerdos,

la cordura de los locos

Un mundo al revés

Almas que guían letras

carne y hueso

de probetas

Unas manos cargadas de escrituras

En la defensa de los sueños

En la locura del amor

En la cordura de la muerte

En el jardín de los recuerdos

dos almas juegan entre partituras

Trascendiendo relojes de arena

de trasgos, de mares, de locos, de cuerdos y sus locuras.

6 comentarios :

  1. Hay mucho dolor en la locura de Don Quijote y paz en su sanchificación. Sus discursos son los de un hombre cuerdo, lejos de la enajenación mental. Sólo un sabio puede inferir de tal modo y de temas tan diversos.

    A los dieciséis años lo leí por primera vez y se convirtió en mi libro. Nada vino después que lo superara.

    Un beso.

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    1. Soy Ilduara.

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    2. Así es
      Creo que es más cierta melancolía
      Cervantes sabía que la mayoría de la gente es estúPIDA
      Respiran, más no viven.
      Imagino que para pasar la censura se acogió a los ¨tópicos" del buen y sensaro labriego, y del pobre loco.
      Sin embargo creo que ninguno de los dos estuviera en el lado correcto.
      Los locos eran los que teían solo tripas, solo los locos decían la verdad-
      Y la verdad es que la excusa de que leyendo novelas se volvió loco, era demostrar que la avaricia, la mezquindad y las buenas acciones, raramente son recompensadas en un mundo donde todo está al revés.

      Probablemente Cervantes hoy en día, no pasara la Ley de Dependencia de un tullido, quizá le dieran la tarteja de aparcamiento de minusválidos por los pelos, y quizá lo echaran de su propia Fundación porque algún trepa le intentaría clonar en su autoría (y por éso escribió una Segunda parte).

      Creo que era un tipo que estaba hasta la P···· de la gente, pero tenía la sabiduría sobra de un hombre Consciente.

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  2. Don Quijote fue un privilegiado.
    Vivió mil vidas en una.
    Tuvo amor, pasión, ideales...
    Ya quisieran la mayoría de humanos poder vivir así.

    Besos.

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    1. Don Quijote eres tú

      en el Raval
      rodeado de mezquinos
      de locos
      que son tontos
      pesados y grandes
      como molinos.

      ;)

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