De toros, mares y otros males

Yace un pedazo de ti
en mi corazón de noche
en los ojos
en las ansias
en el rojo derroche

Guardando cofres dorados
de tipos enfrascados
vengo a sentarme al fuego,
al calor del animal patrio
de piel dura y suspiro claro
tibios roces y zalameras
Eres el ángel de la guarda
de los locos y las rameras

Creo en ti

En los sueños enardecidos
y los viajes incumplidos
En los besos traviesos
hartos de halagos
y de lerdos sonidos

Apariencias sin sueños?

carcasas vacías

de nidos sin dueños

En la esquina de la calle
sueñan tu nombre
las callejuelas

Cuando vayas por la alameda
te guardare el silencio
pa cuando vuelvas

Beberán por ti y por mi

miles de auroras

y de tormentas

No me cuentes serpientes de los caminos

no me traigas varas de los destinos
Ya tengo mis propios puertos
Ya tejo mis propios remiendos

Yo

la gitana mora

la comanche de mar

la luchadora

beberé una copa de vino
derramado de mis venas
calientes y suaves
brindaremos por ti, por mi
por tus alegres penas
o mis sonados desaires

Un "así se acaba

porque todo empieza",

cada día entero

es una certeza

Porque toda verdad
queda dicha,

entre locos y

cabestrantes

diarios de a bordo

baupreses y jarcias

o vinos cristianos

(por lo aguados y bautizados)

Entre tu y yo renacen

nuestras viejas sangres

mediterráneas
Tierras de heroes
y descubridores
Tierra de grandes tiranos
o admirados Adrianos

Somos

la vieja guardia:

vigilantes de flotas,

contrabandistas de mares,

elogio de carcamales

Navegadores de orates

y de disparates

Porque en el reino de los dioses

dos ojos ven más que uno
Somos los fantasmas de castillos
los faros en la luna
del "o toda verdad o ninguna"

Entre estas patentes de corso

de los vendidos

entre tus grietas de mar

y mis muslos no vencidos

seguimos dando guerra

aun estando
a veces,

des-fa-lle-ci-dos