BARBAZUL O EL DEVORADOR DE ALMAS

*AVISO IMPORTANTE:

Antes de proceder a la lectura y aprovechando que hace tiempo que no escribo, me despacho con un cuento poco conocido, finalizando con unas conclusiones poco claras y excesivamente largas, y pues dado que sufro de verborrea crónica, como le pasaba al fallecido Berlanga, y el que no sepa quién es que se apañe, enfermedad que nos sobreviene cuando estamos nerviosos y no tenemos nada que decir, y cuyos síntomas se reducen a que alargamos cualquier nimia conversación, con la esperanza de que por desfallecimiento nuestro oyente se pire y nos deje tranquilos. Cosa que a mi por desgracia me ocurre solo cuando alguien interesante aparece.

Además no puedo dormir, así que si avisado, el amigo lector insiste en seguir, será solo bajo su responsabilidad.

Dicen que soy como el Castillo de Barbazul, que por mucho que se me conozca siempre tengo puertas cerradas y misteriosas, como mi nombre y apellido no ayudan a dejar de cambiar de parecer tampoco, decidí investigar, pues tengo la costumbre de enfrentarme a lo que me da miedo o a huirlo sin remedio, y en este caso me ataron sin dudar.

Una vez liberada, rauda acudí a la enciclopedia del saber más rápida del conocimiento actual, y como siempre me dejó con muchas mas preguntas, la primera como dejan publicar esa basura, pero una vez tomado como índice, o anular, quedé gratamente sorprendida con los dibujitos, lástima que no sepa leer para haber indagado con más profundidad (no se confundan, enseñé a mi gata a escribir porque no sé como manejar la grabadora y meter el audio en el ordenador).

Digamos que el cuento se basa en hechos reales acaecidos tiempo atrás, en las que un poderoso noble, después de combatir con Juana de Arco se quedó con el cerebro hecho ameba tras tanta sangre (cosa que ocurre hoy en día con telediarios y videojuegos varios), así que se dejó la fortuna familiar haciendo frenéticas orgías con mancebos y chiquillos, amparándose en la impunidad de su dinero hasta que arruinado vendió el castillo donde se encontró semejante reguero de cadáveres hacinados, ante el espanto de Francia.

Para que los niños se portaran bien, las madres amenazaban con la llegada de Barbazul, siglos después se popularizó en un cuento, que fue recopilado por Perrault y salió al mismo tiempo que Caperucita, pero fue desechado años después por su extrema dificultad de justificar una habitación llena de cadáveres, esto no sería ningún problema con los guionistas de hoy en día, es más me atrevería a decir que éste, y no otro, es el único ejemplar de “GUIÖN MATRIARCUS UNICUS” , donde dependiendo del formato (televisión, largometraje, etc.) y la edad se intercambian las celdas:

MANUAL DEL PERFECTO GUIONISTA

Normas nº 1 y 2: imponga un caché de locos y hágase el interesante, putee al público y luego copie su tabla (no mas complicada que ésta). Norma nº 3: exprímala, porque con esto comerá toda su vida mientras no le pillen.

TELEVISIÓN

DONDE DIGA:	CAMBIAR POR:	SI OS DESCUBREN		SI SE ABURREN	SI ESTÁN LOCOS
médico	policía	científicos		marcianos	famosos
se enrolla con
tía buena	tío bueno	Mismo sexo		Distintos sexos	famosos
Pasado el tiempo cambiar la profesión inicial por cualquier otra: abogado, luchador profesional, etc.,. El lugar también: isla tropical, avión, despacho, etc. Lo importante es que se enrollen en el último capítulo y nadie sepa de qué va el guión, cuando lo descubras se decepcionarán peor ya habrás cobrado el cheque, pasados 6 años de vivir a todo trapo, luego reniega de él si e pillan y hazte el muerto.
CINE			IMPORTANTE
Lo mismo: magos, vampiros, piratas, etc.			JAMÁS tenga una idea original, o alimentará a miles de guionistas tras su muerte, que será poco después de santo grial de esa “IDEAA ORIGINALLL”

Siguiendo al cuento popular en Perrault nuestro "Barbazul" es un cruel hombre, obligado a casarse varias veces con jóvenes mozas (ya desaparece el componente pedófilo y homosexual del protagonista y a culpar a las hembras, como viene siendo común desde san Agustín; si eso pasó hace 200 años no quiero ni imaginar el cuento original de Adán y Eva como sería), ya que la curiosidad propia de las mujeres, como no, les conduce a conocer los terribles secretos de su castillo y a una inevitable muerte, excepto la última de ellas que logra escapar, cerrando así la fábula moral. En efecto, "el castillo de Barbazul" de Bela Bartok es una nueva revisión del cuento, con algunas ligeras variaciones sobre el cuento.

Esta vez barbazul no es de naturaleza excesivamente cruel, el ama a su esposa Judith, pero su irrefrenable deseo de conocimiento la conduce al trágico desenlace. Nos presenta un castillo formado por 7 habitaciones, 7 puertas que conforman la psique de nuestro barbazul. la primera nos conduce a su Cámara de torturas (CRUELDAD), la segunda a la sala de armas (VALENTÍA), la tercera al tesoro (RIQUEZA). El propio barbazul es quien invita a su aterrorizada esposa a abrir las otras dos: Un secreto jardín (ARMONÍA), y una puerta que nos muestras sus vastos dominios (PODER). Barbazul cree que es suficiente y que su impresionada esposa asumirá empequeñecida su rol de consorte. Pero ha llegado muy lejos y desea conocer las otras dos... la sexta puerta esconde un río de lágrimas (CONCIENCIA, arrepentimiento) y una vez traspasado, la séptima (SECRETO OCULTO) se abre inesperadamente, liberando a sus tres esposas asesinadas, a las que Judith se une tras darle nuestro protagonista el correspondiente pasaporte, quedando nuevamente solo.

Lo que me conduce a pensar que simbólicamente el descubrimiento de las puertas es la de las capas de intimidad que protegen al alma hasta conducirla a su desnudez, y que dependiendo de la mano que abra la puerta, pueden ocurrir dos cosas:

1) Lo mas probable es la muerte de varios que intentaron a acceder a la intimidad, en vano una vez osaran traspasar la última puerta

o

2) La redención total si el descubridor/a si tiene la suficiente sensibilidad de no bailar sobre lo que provoca dolor y vergüenza y consigue domar o calmar las supuestas heridas del monstruo dormido, que a mi entender y por lo general no suelen ser tan mortales.

y aquí empieza la tremenda idiosincrasia de mi cuento o conclusión del mismo:

BARBAZUL O EL DEVORADOR DE ALMAS

En un solo ser humano hay muchos otros seres, todos con sus propios valores, motivos y estratagemas. Ciertos expertos aconsejan detener a estos seres, contarlos, darles un nombre y ponerles unos arneses hasta obligarlos a avanzar con paso cansino como esclavos vencidos. Pero no todos suelen dejarse, y además creo que me darían penita.

¿Pero qué vamos a hacer con todos estos seres interiores que están locos y con los que siembran la destrucción sin darse cuenta?

Hay también en nuestro interior un innato aspecto contra natura, una fuerza contraria a la naturaleza que es contrario a lo positivo: al desarrollo, a la armonía y a lo salvaje. Es un sarcástico y asesino antagonista que llevamos dentro desde que nacemos y cuya misión, por muchos cuidados que nos presten los padres, es la de tratar de convertir todas las encrucijadas en caminos cerrados. Llega la adolescencia y esa explosión perversa se une o pone en contra de nosotros mismos, y lo que decidamos hacer con esa sustancia vegetal adherida a nuestra alma, cambiará la identidad y dará un color definitivo a nuestra alma y su naturaleza, poca gente es consciente de ese cambio, y pocos intuimos salvaguardar los destellos salvajes en nuestros ojos, esa domesticación sin rebelión es como detener su relámpago e impedirle despedir chispas. Nuestra tarea no es corromper su belleza natural sino construir para todos nuestros seres interiores una campiña salvaje en la que los artistas que haya entre ellos puedan crear sus obras, los amantes puedan amar y los sanadores puedan sanar, y sus especializaciones queden a salvo en un oasis de reportaje permanente.

En esta obra de Barbazul se nos culpa de abrir caminos de verdad a un depredador que manchado de sangre y oscuridad, aparece una y otra vez en nuestros sueños (en forma de lobo, tullido o loco salvaje) y por abrirle las puertas a su intimidad guiándolo con mano suave y segura, nos castigan por “curiosas”, y estalla su violencia en el mismo centro de nuestros planes más espirituales y significativos, condenándonos a parecer damiselas pasivas, nos aísla de nuestra naturaleza instintiva de la Madre Tierra (y si hay dudas vena el horror cuando no pudor al hablar de la menstruación femenina como símbolo de tabú o de vergüenza, cuando es regeneración, es luna, y cambio de mareas) y nos dejan huérfanas de voluntad y salvación eterna.

Una vez cumplidos los deseos de lo que se supone que debemos hacer: no abrir las puertas de Barbazul (curiosidad femenina), no dar conversación al lobo (no propiciar encuentros peligrosos), la fuerza de la opinión popular consigue vernos casadas con un Príncipe azul, entrando en el camino del bien, y ahí se acaba del cuento. Nunca se supo más de que pasaba después de eso, si conseguías evitar abrir puertas y hablar con lobos; una vez cumplido EL propósito, que como nuestras santa madre iglesia nos tiene acostumbradas es el MATRIMONIO, ( vaya negocio amigas), la moraleja del cuento nos deja insensibilizadas, sin fuerzas para mejorar nuestra vida, con las ideas y los sueños tirados a nuestros pies y privados de aliento. El cuento de Barba Azul se refiere a eso.

El cuento de Barba Azul gira en torno a ese captor, el hombre oscuro que habita en la sociedad y que persigue a todas las mujeres, el depredador innato. Es una fuerza específica e incontrovertible que hay que refrenar y aprenderse de memoria.

De las dos hermanas a la que elegir para llevar a su castillo, es la hermana dulce, la menos desarrollada en el arte de la supervivencia, la mas inteligente, pero la menos lista, la que interpreta el humanísimo cuento de la mujer ingenua que será provisionalmente atrapada por su cazador interior. Pero, al final, saldrá más sabia y más fuerte y sabrá reconocer de inmediato al astuto depredador de su propia psique.

Para refrenar al depredador natural es necesario que las mujeres conserven todas sus facultades instintivas. Entre ellas cabe citar la perspicacia, la intuición, la resistencia, la capacidad de amar con tenacidad, la aguda percepción, la previsión, la agudeza auditiva, la capacidad de cantar por los muertos, de sanar intuitivamente y de cuidar de sus propias hogueras creativas.

Sólo ese poder de contacto con la tierra salva y crea la habilidad de aprender de los instintos, que no necesariamente significa que lo salvaje sea antinatural y agresivo, mas bien al contrario, la agresividad por competencia del mundo salvaje hace que uno mantenga su parte natural sana.

En esta faceta está relacionado con las figuras de otros cuentos de hadas en los que se representa al perverso depredador de la psique como un mago que, a pesar de su carácter tremendamente destructor, ofrece un aspecto más bien normal.

Así que queridos seres, si deseáis personas valientes, no temáis abrir o ser abiertos por puertas, cuando estéis seguras de que la mano que las guía es fuerte, segura pero sutil para no dañar las paredes que tapizan tus secretos.

Eso no quita que seáis duchos en el arte de la espada, daga corta (para el cuerpo a cuerpo) o larga, para estoques mortalmente elegantes, porque siempre hay que estar prevenido, por si un extraño ladrón quisiera jugárosla darle una pasada rápida y sin dolor: cerrando la puerta y dejarle los nudillos dentro también funciona.

Si examinamos todos estos leitmotivs, vemos que los depredadores que hay en ellos ansían la superioridad y el poder sobre los demás, no les dejéis, el poder es el compartir las alas del castillo, del arte de la negociación, del abordaje, de la astucia y la magia, y como no, una encrucijada a tiempo siempre viene bien para sanear diferencias, alternando poder y especializándolo.

Quizá me llamaban la Indiesita o la Maga porque no dejé que los falsos adelantos me alejaran de mi naturaleza salvaje, ni que las circunstancias de la vida me arrancaran de la felicidad que tenía escondida bajo esa corteza interior de árbol de tamarindo, donde yace guardado un baúl de recuerdos mágicos: un universo de poemas, de canciones, a mi monita de peluche, Monina y al gato Peluso, un azul ruso, que se llevaron y dejaron morir envenenado, partiéndome el corazón.

Si me habéis aguantado hasta aquí sólo debo deciros que estáis locos, me he tomado 3 Nesteas, por la sed, una cocacola y un café, y no puedo dormir porque estoy como una moto.

Buenas noches y buena suerte.